EPTE (Eletrolisis Percutánea Terapéutica)

Aplicación de una corriente galvánica para reparar el tejido dañado

Electrolisis Percutánea Terapéutica (EPTE)

Electrolisis Percutánea Terapéutica (EPTE)

La Electrolisis Percutánea, tanto la Terapéutica o EPTE, como la Intrasular o EPI, consiste en la aplicación de una corriente galvánica a través de una aguja de acupuntura para acceder al tejido dañado, produciendo una reacción química de caracter local que destruye el tejido degradado, sin que se vea afectado el tejido sano, y crea una respuesta inflamatoria que ya se puede tratar para su regeneración o reparación. De esta forma logra reparar el tejido dañado generando la proliferación de colágeno que ha sido desestructurado, ya que el tejido degradado destruido lo metaboliza el propio organismo a través de los procesos biológicos normales

Los efectos posteriores a la aplicación de la Electolisis Percutánea Terapéutica (EPTE) pueden consistir, aunque no siempre, en un ligero dolor en la zona tratada durante unas 24 horas aproximadamente, desapareciendo esas mínimas molestias tras dicho período. Una recomendación importante, es no aplicar hielo nunca en la zona tratada durante los días siguientes al tratamiento, y seguir exactamente las instrucciones que haya indicado el fisioterapeuta.

La efectividad es alta (alrededor del 80%) respecto a los tratamientos convencionales de fisioterapia (ultrasonidos, láser, Cyriax, fibrolisis, ondas de choque, ...) o médicos (antiinflamatorios, infiltraciones o cirugía), con una frecuencia de recaidas baja.

La diferencia entre las dos técnicas, EPI y EPTE, desde el punto de vista del paciente, están fundamentalmente en que la primera suele ser dolorosa, mientras que la segunda es prácticamente indolora (salvo el momento del pinchazo al introducir la aguja)

Esta técnica se puede aplicar sin contar con un ecógrafo, pero si se aplica de forma ecoguiada, permite observar cuando la lisis se ha realizado correctamente. En cualquiera de sus modalidades, tanto si es ecoguiada como no, solo pueden ser aplicadas por fisioterapeutas especialistas en las mismas con la formación específica para ello.

En cuanto a su utilidad y aplicación, son muchas las lesiones que según las últimas investigaciones y avances terapéuticos aconsejan que sean tratadas con esta novedosa técnica fisioterapéutica, dada su eficacia. Estas patologías son:

Tendinopatías:

Los tendones conectan los músculos con los huesos y ayudan a mover las articulaciones. La tendinopatía es una lesión del tendón, y suelen ser lesiones que producen dolor que tarda en aliviarse, produciendo molestias y limitaciones funcionales al que las sufre.

La tendinopatía se suele producir por un ejercicio excesivo del músculo y tendones, o posturas incorrectas, produciendo microroturas que al acumularse causan dolor y pueden provocar, con el tiempo, que el tendón se degrade o incluso llegue a degenerarse dando lugar a las tendinopatías crónicas. El exceso de ejercicio puede deberse a cualquier actividad que se ejecuta repetidamente, como en el caso de la práctica del deporte, o el esfuerzo físico con movimientos repetitivos o, simplemente, tareas domésticas que a fuerza de repetirse, terminan produciendo la lesión.

La prevención, fundamental en el caso de los deportistas, consiste principalmente en controlar las cargas y evitar sobrepasar el límite del tendón. El masaje de descarga o descontracturante, la aplicación de hielo y el estiramiento suave tras la actividad, son medidas que pueden ayudar a evitar una tendinopatía. Otra posibilidad sería la aplicación por un fisioterapeuta de vendajes neurofuncionales (kinesiotape), o el uso de férulas para evitar la sobrecarga de los tendones durante la actividad deportiva.

El tratamiento clásico de las tendinopatías consiste en el fortalecimiento muscular, la corrección postural y ejercicio y estiramientso de contracción excéntrica, y el uso de antiinflamatorios e inyecciones de cortisona dentro de la envoltura del tendón, y en casos extremos la cirugía. La Electrolisis Percutánea, conocida también como EPI (Electrolisis Percutánea Intratisular) y EPTE (Electrolisis Percutánea Terapéutica) ofrece una más rápida mejoría, pudiendo llegar a evitar incluso la cirugía.

Fascitis plantar:

En la fascitis plantar se inflama el tejido conectivo grueso que está en la planta del pie y que se fija al talón. El problema puede ser causado o agravado por un calzado inadecuado, así como por malas posturas, trabajo excesivo de esta zona.

El síntoma principal es dolor plantar en el talón o en la zona media de la planta del pie, que no suele deberse a un traumatismo concreto, sino a microtraumatismo repetitivos por el trabajo habitual o el deporte. El dolor se siente normalmente en la base antero-medial del talón, y suele intensificarse por las mañanas por la rigidez que se presenta durante la noche, y al realizar ejercicios que demanden de un aumento mayor de la carga sobre la zona.

El tratamiento clásico es similar al descrito para las tendinopatías, además del uso de plantaillas o soportes plantares que permitan el reparto de fuerzas sobre la plnata del pie. Al igual que con las tendinopatías, la EPTE está especialmente indicada en estos casos ya que su eficacia logra resolver o mitigar los problemas en mucho menos tiempo que con las técnicas clásicas.

Rotura muscular o de fibras:

Son lesiones musculares que pueden producirse de una manera directa, como consecuencia de una contusión, o mucho más frecuentemente como consecuencia de una elongación brusca del músculo generalmente producida por una contracción rápida y fuerte del mismo.

El tiempo de recuperación con las técnicas clásicas de fisioterapia va desde los 8 días hasta el mes, dependiendo del tipo y tamaño de la misma, por lo que es conveniente que el fisioterapeuta realice una ecografía con el fin de poder diagnosticar correctamente el tratamiento a aplicar. En este caso, la EPTE también está especialmente indicada para reducir los plazos de recuperación de una forma importante.

Síndrome del túnel carpiano:

Es una neuropatía periférica que ocurre cuando el nervio mediano, que abarca desde el antebrazo hasta la mano, se presiona o se atrapa dentro del túnel carpiano, a nivel de la muñeca. El túnel carpiano es un pasadizo estrecho y rígido delimitado por el ligamento y los huesos en la base de la mano, por el que pasan los tendones y el nervio mediano. Las causas pueden ser hereditarias, pero también debido a traumatismos o lesiones en la muñeca que causan la hinchazón, tal como una torcedura o una fractura, hiperactividad de la glándula pituitaria, hipotiroidismo, artritis reumatoide, problemas mecánicos en el empalme de la muñeca, estrés laboral o uso repetitivo de musculatura del antebrazo.

El tratamiento clásico suele terminar en el quirófano, pero se ha demostrado que la Electrolisis Percutánea permite mejorar este síndrome evitando normalmente la cirujía.