Técnicas de crioterapia

Crioterapia

Consiste en la aplicación de frío sobre el organismo. La crioterapia provoca reacciones químicas dentro del organismo humano que favorecen la alimentación celular, así como un aumento y una mejora de la circulación sanguínea consistiendo, por tanto, en un tratamiento antiinflamatorio, al disminuir la llegada de sangre a un determinado lugar, amentando la tensión arterial pero sin aumentar el ritmo cardíaco.

Favorece la acción de la insulina mejorando los niveles de azúcar simple en sangre. Además, aumenta la correcta secreción de enzimas pancreáticos, como la insulina, o hepáticos, como las transaminasas, favoreciendo la absorción de las sustancias alimenticias y de vitaminas de tipo B. Además, favorece la eliminación de las sustancias tóxicas del organismo acumuladas en los tejidos blandos: músculos, tendones y articulaciones.

Ayuda a tratar lesiones deportivas de diferente índole, estando indicado para microrroturas fibrilares, tendinitis, tendinosis, sobrecargas musculares, ..., por lo que tiene una importante aplicación en la fisioterapia deportiva.

En el caso de los deportistas, la crioterapia también es muy útil tras una intensa sesión de ejercicio, puesto que, además de favorecer la recuperación muscular, mitiga, por ejemplo, los golpes o las agujetas.

Sus efectos principales sobre el organismo son vasoconstricción, analgesia, anestesia.